Frente a la problemática actual suscitada por los temas medioambientales, la empresa puede tomar dos caminos:

- acatar estrictamente las Leyes y normativas dictadas por la Administración.
- o integrar esta preocupación colectiva por nuestro entorno en la política real de la empresa.

Esta segunda opción integra la variable ambiental en todos los mecanismos de toma de decisiones empresariales. Esto supone: anticiparse a todas las exigencias legales; optimizar el aprovechamiento de nuestro recursos; incrementar la calidad total y la productividad de nuestra empresa; y satisfacer a nuestros clientes.