La existencia de una hiper actividad económica de producción y consumo es la base del proceso de deterioro ambiental que sufren, en mayor o menor medida, todos los países a partir de un cierto nivel de desarrollo.

¿Sería una solución, para evitar la degradación ambiental, propugnar la eliminación del crecimiento económico y renunciar al bienestar que comporta?

Esta posición resulta tan absurda como la contraria; es decir: sacrificar nuestro medio natural por un crecimiento económico a cualquier coste.