La planificación repercute profundamente sobre todas las demás actividades de la organización y dirección de una empresa. La planificación puede justificar cambios, incluso el final de una actividad determinada.

Planificar es esencial para una gestión efectiva de las ventas. Puede dirigirse de varias maneras, obteniendo diferentes tipos de planificación:

- incorporación de productos.
- canales de distribución.
- necesidades del equipo de vendedores.
- almacenaje.
- transporte.
- actividades promocionales.
- control.
- recursos financieros, por mencionar unos pocos.