El enfoque del problema de la calidad, tal como lo establece Deming, se ve en sus "14 puntos de la gestión empresarial". Su filosofía se fundamenta en tres preceptos básicos:

- orientación al cliente.
- mejora continua.
- el sistema determina la calidad.

En pocas palabras, el argumento de Edward Deming es que la competitividad depende de la satisfacción del cliente. Ésta se crea respondiendo a los puntos de vista y necesidades de los clientes, perfeccionando continuamente los productos y servicios que se les ofrecen.