Desde los orígenes de la Humanidad, el ser humano ha buscado cobijo y refugio en construcciones realizadas, primero por la propia naturaleza y, posteriormente, por sí mismo.

Desde entonces, hemos avanzado mucho. Lo que antes era una necesidad primaria ahora es, además, un derecho reconocido y amparado por leyes de muchos países. No obstante, el ejercicio de este derecho motiva a la gran mayoría de personas tener que afrontar la inversión económica más importante de sus vidas.